28 agosto, 2010

CITAS Y RECORTES - 5

 

Sólo un chiflado emprendería por cuenta pro­pia la tarea de hacerse hombre de conocimiento. A un hombre cuerdo hay que engañarlo. Hay montones de gente que acometerían con gusto la tarea, pero ésos no cuentan. Casi siempre están rajados. Son como cántaros que por fuera se ven en buen estado, pero que comenzarían a gotear en el momento en que los sometieras a presión y los llenaras de agua.

Cuando un hombre no se preocupa por ver, las cosas le parecen más o menos lo mismo cada vez que mira el mundo. En cambio, cuando aprende a ver, ninguna cosa es igual cada vez que la ve, y sin embargo es la misma. Para el ojo de un vidente, un hombre es como un huevo. Cada vez que ve a un mismo hombre, ve un huevo lumino­so, pero no es el mismo huevo luminoso.

Los chamanes del México antiguo dieron el nombre de aliados a unas fuerzas inexplicables que actuaban sobre ellos. Los llamaron aliados porque pensaron que podrían servirse de ellos para su satisfacción, un concepto que resultó ser casi fatal para aquellos chamanes, porque lo que ellos llamaban aliados son seres sin esencia corpó­rea que existen en el universo. Los chamanes de hoy en día los llaman seres inorgánicos.

el aliado 1

Preguntar cuál es la función de los aliados es como preguntar qué hacemos los hombres en el mundo. Aquí estamos: eso es todo. Y los aliados están aquí como nosotros; y puede que estuvieran antes que nosotros.

 

(UNA REALIDAD APARTE)

2 comentarios:

  1. Ninguna cosa es igual, y sin embargo es la misma.
    Gran verdad. Es que nosotros no somos los mismos, y el mundo es según el cristal con que se mire.
    Dije un montón de perogrulladas, en fin, así estoy.
    Perogrullando por acá.
    Besoooooooooooo

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  2. perogru nada.. todo es tan relativo....
    salutes (madera... madera...)

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