31 mayo, 2013

tramo 12


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Si somos victoriosos de alguna manera ‑conti­nuó‑, no tenemos a nadie que nos vaya susurrando que nuestras victorias son fugaces. Los chamanes sin embar­go tienen una ventaja: como seres camino a la muerte, tienen a alguien susurrándoles en el oído que todo es efímero. El susurrador es la muerte, la consejera infali­ble, la única que nunca te va a mentir.


2 comentarios:

  1. cierto...no nos hagamos los sordos.

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  2. encima es la única que nunca miente... qué contradictorios y miedosos somos...

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