31 marzo, 2014

tramo 313


“…
‑¿Cómo van tus excentricidades y aberraciones? ‑me preguntó con cara impávida.
Como idiota, le respondí que marchaban bien. «Ex­centricidades y aberraciones» era el nombre que él le ha­bía dado a mi afán de coleccionista. En aquel momen­to, había vuelto con nuevo fervor a hacer algo que había disfrutado toda mi vida: coleccionar lo que fuera. Colec­cionaba revistas, timbres, discos, parafernales de la Segun­da Guerra Mundial como dagas, yelmos, banderas, etc.
‑Lo único que le puedo contar de mis aberraciones, don Juan, es que estoy tratando de vender mis coleccio­nes ‑dije con aire de un mártir a quien obligan a hacer algo odioso.
‑Ser coleccionista no es tan malo ‑dijo como si verdaderamente lo creyera‑. El quid del asunto no es que sea coleccionista, sino lo que uno colecciona. Tú eres coleccionista de porquerías, de cosas sin valor que te aprisionan como lo hace tu perro. No puedes irte cuando quieras si tienes que andar cuidando a tu masco­ta, o si tienes que preocuparte por lo que va a pasar con tus colecciones si no estás allí para cuidarlas.
‑Pero, créamelo, sí ando buscando quien las com­pre ‑protesté.
‑No, no; no pienses que te estoy acusando ‑me contestó‑. Incluso, me gusta tu espíritu de coleccionis­ta. Lo que no me gusta son tus colecciones, eso es todo. Me gustaría, sin embargo, utilizar tu ojo de coleccionis­ta. Quisiera proponerte que hagas una colección que valga la pena.
…”
DSCN5084


(El lado Activo del Infinito – Carlos Castaneda – 1999)






1 comentario: